Cuida tus palabras, solo úsala para bien.

 



Debemos ser cuidadosos al comentar a otras personas nuestra opinión sobre alguien que tenemos en común, o incluso sobre cualquier otra persona. Esto podría condicionar a quien escucha, llevándolo a formarse un parecer erróneo, ya sea por un problema puntual o por una situación particular.

Un simple comentario puede dañar una futura relación, cerrar una oportunidad laboral o afectar un vínculo personal, porque predispusiste a esa persona antes de que tuviera su propia experiencia.

Esto no significa que no podamos advertir sobre una situación de riesgo real o brindar información que alerte sobre un posible peligro. A lo que me refiero es que no debemos hablar a la ligera ni manipular la percepción de otros basándonos en momentos específicos, ya sea en temas matrimoniales, de amistad, laborales o de cualquier otra índole.

✅ Consejos y buenos hábitos para opinar con responsabilidad

  1. Piensa antes de hablar 🧠
    Pregúntate si lo que dirás es verdad, si es útil y si aporta algo positivo.

  2. Diferencia entre hechos y percepciones 🔎
    Explica desde tu experiencia sin darlo como una verdad absoluta. Ejemplo: “A mí me pasó…” en lugar de “Esa persona es…”

  3. Evita hablar en caliente 🔥
    Si estás molesto, espera a calmarte antes de emitir una opinión.

  4. Sé justo ⚖️
    Reconoce también lo bueno de la persona, no solo lo negativo.

  5. Cuida la confidencialidad 🤫
    No compartas información privada que pueda dañar la reputación de alguien.

  6. Usa la empatía 💙
    Piensa cómo te sentirías tú si alguien hablara de ti en los mismos términos.

  7. Elige callar cuando sea necesario 🤐
    No todo lo que pensamos necesita ser expresado. A veces el silencio es más sabio.


    🔎 Cómo identificar si lo que te dicen es verdad o solo una opinión

    1. Diferencia entre hecho y juicio

      • Hecho: “Llegó tarde tres veces esta semana”.

      • Opinión: “Esa persona es irresponsable”.
        👉 Los hechos son comprobables, las opiniones son interpretaciones.

    2. Pregunta por la fuente
      ¿La persona que te lo dice lo vivió directamente o solo repite lo que escuchó? La información de primera mano tiene más valor que un rumor.

    3. Observa el contexto emocional
      Si alguien habla desde el enojo, la envidia o un mal momento, probablemente su opinión esté distorsionada.

    4. Contrasta la información
      Escucha a más de una fuente o mejor aún, genera tu propia experiencia antes de formarte un juicio.

    5. Detecta las generalizaciones
      Frases como “siempre”, “nunca”, “todos”, “nadie” suelen indicar exageración y poca objetividad.

    6. Escucha entre líneas
      A veces una opinión dice más de quien la emite que de la persona de la que habla. Pregúntate: ¿qué me revela esto de quien opina?

    7. Confía en tu intuición y experiencia
      Si algo no encaja con lo que tú conoces de la persona, dale espacio a la duda y no te dejes predisponer.

      Buen hábito

      Antes de asumir como cierto lo que te cuentan sobre alguien, pregúntate:

      • ¿Esto es comprobable?

      • ¿La persona me lo cuenta para ayudar o para predisponerme?

      • ¿Qué pasaría si decido conocer a esa persona por mí mismo?


        Recordemos: la opinión de otro no define la verdad, solo refleja su perspectiva. Tener este filtro mental nos protege de prejuicios y de relaciones dañadas por comentarios injustos.





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