Los inicios duelen.

Antes de todo debemos de nutrirnos con la definición del dolor emocional la cual es una experiencia interna que surge como respuesta a situaciones que impactan nuestro bienestar psicológico o emocional. Este tipo de dolor puede variar en intensidad y duración, dependiendo de la experiencia que lo provoque y de cómo lo enfrentemos.

El dolor emocional está profundamente conectado a nuestra necesidad de pertenencia, seguridad y autoestima. Cuando algo amenaza estos pilares, nuestro cerebro lo interpreta como un "peligro", activando emociones fuertes que nos impulsan a reflexionar, protegernos o buscar una solución.

 El dolor de iniciar algo nuevo suele surgir por varias razones: miedo a lo desconocido, inseguridad, perfeccionismo o la resistencia natural al cambio. Sin embargo, también puede ser una señal de que estamos ante algo importante que merece nuestro esfuerzo y atención.

Aquí tienes algunas herramientas para facilitar ese primer paso:

1. Dividir el reto en pasos pequeños

• Muchas veces, el miedo al inicio viene de percibir la tarea como abrumadora. Divide el objetivo en tareas pequeñas y concretas. Por ejemplo, si quieres empezar a escribir un libro, comienza con un esquema sencillo de ideas.

2. Establecer un "tiempo de inicio" mínimo

• Comprométete a trabajar solo 5-10 minutos. Una vez que comiences, es probable que quieras continuar. Es una forma de superar la inercia inicial.

3. Crea un ritual de inicio

• Establece una rutina sencilla antes de empezar, como escuchar una canción motivadora, meditar por un minuto o preparar tu espacio de trabajo. Esto le da al cerebro una señal de que es hora de enfocarse.

4. Acepta la imperfección

• No intentes que sea perfecto desde el principio. Inicia con lo que tengas, incluso si no es ideal. Lo importante es crear algo que puedas mejorar después.

5. Busca apoyo externo

• Habla con alguien que te motive o que pueda acompañarte en el proceso. Compartir tus intenciones con otros genera compromiso y te da ánimo.

6. Visualiza el resultado

• Piensa en cómo te sentirás una vez que lo logres. Imaginar el éxito genera motivación y ayuda a reducir la ansiedad inicial.

A mí me ha funcionada espero que a ti también te funcione.